domingo, 15 de noviembre de 2020

Gorrión

 

Gorrión

Passer domesticus


Passeridae

 

Gorrión. Macho. Chillar, provincia de Buenos Aires.


Gorrión. Macho. Chillar, provincia de Buenos Aires.


Gorrión. Macho. Chillar, provincia de Buenos Aires.

15 cm. Corona gris cenicienta. Postocular y nuca castaña. Mancha blanca en el ojo. Mejillas y flancos del cuello blancuzcos. Dorsal, Garganta, loral y pico negros. Ventral grisáceo blancuzco.

Hembra: ceja clara postocular. Pardo grisácea, más clara en ventral. Dorsal rayado de negruzco.


                          Gorrión. Hembra. Chillar, provincia de Buenos Aires.

                                Gorrión. Hembra. Chillar, provincia de Buenos Aires.


                       Gorrión. Hembra. Chillar, provincia de Buenos Aires.


Es de conformación robusta y tiene las patas cortas, de color rosa en ambos sexos. Su pico es grueso, fuerte y cónico, de tipo  granívoro.


Gorrión. Macho. Chillar, provincia de Buenos Aires.


Gorrión. Macho. Chillar, provincia de Buenos Aires.


Está adaptado al hábitat urbano hasta el punto de ser el pájaro más frecuente y conocido en esas áreas. Actualmente  se encuentra distribuido en zonas urbanas por las zonas templadas de casi todo el mundo, pues ha sido introducido por el ser humano en el resto de los continentes, excepto en Antártida.

La cría conocida como gurriato, es similar en su plumaje a la hembra hasta la primera muda, tras la cual los machos ya aparecen con sus colores característicos, algo menos intensos el primer año.

Cría de Gorrión. Chillar, provincia de Buenos Aires.


Volantones de Gorrión. Chillar, provincia de Buenos Aires.


Gorrión. Juvenil. Chillar, provincia de Buenos Aires.


                                  Gorrión. Juvenil. Chillar, provincia de Buenos Aires.

Es un pájaro muy curioso. Es sedentario y gregario. Se los ve  en lugares habitados, como calles, parques o jardines, así como huertas y granjas. Es muy confiado ante la presencia humana y en ciudades grandes llega a tolerar distancias muy cercanas. 

 

Una ducha en el patio!





Su alimentación básica consiste en semillas, tanto silvestres como cultivadas, pero también aprovecha los  desperdicios producidos por el ser humano.


Forman parejas monógamas en cada estación de reproducción. Construyen los nidos en primavera, con hojas secas, plumas, pastos. Anidan en grietas de edificios, debajo de tejas o en troncos de árboles. Ponen de cuatro a cinco huevos en cada puesta. Pueden hacer hasta cuatro puestas, y éstas pueden suceder en cualquier momento durante la primavera.


Construcción del nido. Algunas imágenes de la pareja llevando materiales para construir su nido en un eucaliptus. Otras en la pared de un galpón abandonado.







Tanto el macho como la hembra se encargan de incubar los huevos una vez que todos han sido depositados en el nido, turnándose cada pocos minutos. A los diez días los polluelos rompen el cascarón, y a los catorce días ya están emplumados.

Pueden llegar a ser muy agresivos con otras especies.



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