30 a 35 cm. Su plumaje es negro con mezcla de blanco
(debajo del cuerpo), gris y pardo. Presenta pequeñas
tonalidades violáceas en la zona del ala. Su cabeza es de color gris con rebordes
blancos cerca del ojo y el pico. Éste último es corto
y de color rojo, salvo la punta que es negra. Los ojos son de color rojo
intenso y redondo.
Tero. Chillar, Buenos Aires.
Tero. Chillar, Buenos Aires.
Las patas son largas y finas, de color rojo. Los dedos son tres
hacia adelante y uno muy corto hacia atrás. Aunque en días de mucho calor o
cuando se encuentra atemorizado repliega completamente sus patas, lo más
habitual es verlo descansando apoyándose en una de ellas, mientras que la otra
queda pegada al cuerpo. También suele quedar quieto doblando sus patas hacia
atrás. Cuando camina o está quieto, hace "agachadas" aún sin
explicación.
Como herramienta de combate tiene debajo de
sus alas unas pequeñas prolongaciones óseas de color rojo, llamadas espolones,
que usa en los vuelos rasantes que realiza para amedrentar a sus enemigos o
cuando combate contra aves rapaces.
Tero. En sus alas se observan los espolones. Chillar, Buenos Aires.
Los jóvenes se diferencian de los
adultos principalmente por la ausencia de rojo alrededor del ojo y menor cantidad
de tonalidades y bandas de colores en las plumas. Las diferencias entre macho y
hembra no son detectables a simple vista, aunque las hembras son un poco más
pequeñas que los machos
Se alimentan de insectos y vertebrados pequeños como lagartijas, carne cruda, lombrices.
Hacen sus nidos en el suelo a campo abierto, por lo que son muy sensibles ante cualquier ruido o movimiento extraño.
Al alarmarse emiten su grito característico, estridente y repetido.
Tero. Chillar, Buenos Aires.
Es muy astuto para con el cuidado
de su nido, pues ante la presencia de un intruso teatraliza la situación
echándose como si estuviera empollando, pero en otro lado, para que el
visitante se dirija hacia él. En algunas ocasiones hace vuelos cortos
alejándose de su nido con la apariencia de no poder volar bien, como si
estuviera herido, repitiéndolo varias veces cada vez más lejos hasta que pase
el peligro. Muchas veces hace vuelos rasantes sobre el intruso, incluso
rozándolo con sus espolones expuestos. En el caso de aves de rapiña o felinos los ataca hasta conseguir alejarlos.
Ponen sus huevos a finales del invierno, y la misma pareja puede poner varias veces
durante el año. El color es gris verdoso
con pequeñas manchas oscuras.
Nidada de Tero. Chillar, Buenos Aires.
Tero. Pichón. San José, Entre Ríos.
Tero, con tres pichones. Chillar, Buenos Aires.
Tero, juvenil. Parque Nacional Iberá, Corrientes
Tero, inmaduro. Raza del Sur. Trevelin, Chubut.
Tero, inmaduro. Chillar, Buenos Aires.
Se lo encuentra desde Panamá hasta la Argentina, por todo el territorio. Aunque la raza del Sur, casi no tiene penacho y su color es gris ceniciento.
Imágenes de Tero común donde se aprecia la diferencia de penachos entre raza del Sur y del Norte, entre otras.
Tero. Trevelin, Chubut.
Tero. Chillar, Buenos Aires.
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